Los efectos sonoros de la radio
Fuera del sistema
semiótico de la palabra o la música, la realidad referencial objetiva es
representada en la radio a través del efecto sonoro. La tendencia al uso casi
exclusivamente naturalista del signo radiofónico ha delimitado durante mucho
tiempo el carácter significativo del efecto sonoro como “sonido ambiental” que
construye una objetiva sensación de realidad. En este sentido, el efecto sonoro
es cualquier sonido inarticulado que representa un fenómeno meteorológico, un
determinado ambiente espacial, la acción natural sobre un objeto inanimado o
cualquier fragmento de realidad animal. El efecto sonoro cumple así la función
de factor de verisimilitud y ambientación objetiva, que impregna la
configuración imaginativo-visual del radioyente de una sensación de realidad.
Esa función descriptiva o
imitativa del efecto sonoro, que
determina en el código imaginativo-visual del lenguaje radiofónico un nivel de
significación denotativo, es decisiva en la “visualización” de paisajes
sonoros, a veces únicos y perecederos. Sin embargo, como conjunto semiótico en
el sistema del lenguaje radiofónico, el efecto sonoro sobrepasa la función
meramente descriptiva, introduciendo significativas connotaciones que han
supuesto incluso una modificación de su estructura básica: el efecto sonoro
como algo más que un sonido inarticulado.
La congruencia en la
asociación de la forma sonora con la imagen que representa será el parámetro
básico que regulará la definición de las dimensiones del efecto sonoro. Una vez
reconocida por el radioyente, a través de un proceso de asociación de ideas, la
imagen proyectada por el sonido de una gaviota, por ejemplo, será necesariamente
la de una “gaviota”. Únicamente un ambiguo contexto sonoro o la naturaleza
singular del efecto sonoro, o del objeto de percepción que representa,
impedirían al radioyente la producción de una imagen auditiva precisa y
correcta.
El carácter descriptivo del
efecto sonoro, sin embargo, no reside solamente en su información semántica.
Tal como señalaba en un principio, junto a la restitución objetiva de la
realidad existe también un ambiente subjetivo que rebasa los límites de la
congruencia semántica y que expresa la relación afectiva entre sujeto y objeto
de percepción: es evidente que el sonido inarticulado de la risa de un loco no
connota el mismo significado que el efecto sonoro de la risa de un tímido.
Variaciones en el timbre, altura e intensidad, y variaciones en la duración
melódica y repetitiva, determinarán ese sentido connotativo del efecto sonoro.
Una connotación más precisa será dada por la yuxtaposición o superposición del
efecto sonoro con la palabra y la música radiofónica. Es en ese conjunto
armónico de los distintos sistemas expresivos del lenguaje radiofónico donde el
efecto sonoro construye su auténtica especificidad radiofónica.
Armand Balsebre
(Fragmentos) El lenguaje radiofónico, Cátedra, 2000
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