sábado, 30 de julio de 2011

Jorge "Cacho" Fontana - Fontana Show

El Fontana Show
(1999) Cacho Fontana volvió a FM de la Ciudad para hablar de tango
  
Dedicación. Para recuperar el tiempo perdido. Se acerca con cierta desconfianza. Las circunstancias de su vida -quizá sus propias elecciones o las de otros sobre las que no tuvo ingerencia- le dejaron el leve tic de ponerse en guardia frente a un grabador. Pero hablar de la radio -indudablemente su hábitat natural- lo relaja y, finalmente, se entrega. Jorge Cacho Fontana volvió a la radio por... -¿para qué preguntar cuántas veces fueron?- enésima vez. No le interesa dar datos precisos. Lo que quiere es contar esa experiencia de volver al aire, eso que se autonegó hace mucho tiempo y eso que intenta recuperar poco a poco.
"Para mí volver a FM de la Ciudad es lo mismo que volver a la BBC de Londres, porque lo hice con la misma responsabilidad y, además, creo en lo que puedo brindar", dice en el mismo color de voz que para cualquier mayor de 25 años despierta inevitables recuerdos.

En diciembre último estrenó espacio en el 92.7 del dial, con El espectacular de la ciudad (domingos, de 18 a 21), un programa de tangos en el que la visita de una personalidad sirve de excusa para desandar temas, compositores, bares y memorias.

"Intentar darle un perfil propio a mi programa en una emisora como ésta, en la que durante las 24 horas se pasa tango, era un desafío. Por eso los invitados, que desde distintas profesiones -no necesariamente vinculadas estrechamente con el 2x4- me permiten un acercamiento diferente. De hecho busco el disenso, ya que el tango, como el fútbol, es un tema de no fácil encuentro de opiniones."

Su tête-à-tête con el tango no es nuevo, ni mucho menos. La primera vez que habló frente a un micrófono fue presentando una orquesta típica en la sala Argentina para luego pasar a ser el animador de la orquesta de Domingo Federico -en la que reemplazó a un tal Jorge Hidalgo, que no era otro que Carlos Carella, que abandonaba la animación para dedicarse a la actuación- en el Tango Bar.

Viejos y nuevos tiempos

Si bien la televisión le prestó imagen a su voz y no había taxista que no lo recibiera con un enfático ¡ con seguridad! al abrir la puerta del coche, es la radio la que a Fontana lo mueve a la nostalgia.

Y no es para menos, El Fontana Show - en las décadas del 50 y 60- marcó un punto de inflexión en la radio, de tal manera que aún hoy, a 25 años de su salida del aire, son varios los locutores y conductores que lo recuerdan como si hablaran de la temporada última.

"El programa duró casi 15 años y en ese tiempo tuvo varias estructuras. De contar con cuatro guionistas de la calidad de Miguel Coronato Paz, Abel Santa Cruz, Alberto Migré y Hugo Moser llegó a tener diez. De ser grabado y con una duración de sólo una hora, pasó a ser en vivo y con cuatro de aire. Pero creo que lo que ayudó a innovar algo fue que posicionó la mañana como el horario fuerte de la radio.

Cuando me nombraron locutor de la mañana en Radio El Mundo -para mí era estar cumpliendo el sueño de mi vida-, ése era un horario casi desprestigiado (sin la televisión, el horario fuerte de la radio era la noche), pero con Beba Vignola -que junto con Antonio Carrizo fueron mis grandes maestros- y Rina Morán logramos revertir la situación. De todas maneras el formato ya estaba, yo quizá lo puse en evidencia", rememora Fontana.

Rescatarlo de los recuerdos cuesta un poco, pero al fin no se resiste. -¿A quién le gusta escuchar en radio?
-Por una cuestión profesional escucho a todos. Casi no paro en ningún punto del dial, pero si tengo que elegir a alguien definitivo en la mañana sería a Mario Pergolini. Tiene el idioma de este tiempo, y con ese lenguaje puede hacer un buen programa, cosa que cuesta encontrar. Tiene una fuerza y un temperamento especiales, además de buen humor e inteligencia.

Si bien hay dos generaciones de jóvenes que no lo conocen, si bien se siente par de la gente de la tercera edad, si bien viene en un formato más moderado -Fontana Modulado, dice él en alusión a la FM- más tranquilo, más conversador que enfático, Cacho Fontana está en la radio para hacer de su trabajo un momento de placer porque, como casi deletrea -para que no quepan dudas-: "Salvo Turner que se pone de acuerdo con Saddam para maquillar la tropa y atacar a las nueve de la noche, todo lo demás lo hace la radio".

Verónica Pagés

Viernes 15 de enero de 1999 | Publicado en edición impresa de La Nación

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